jueves, 16 de octubre de 2008

un capricho...

Bueno, empiezo hoy una nueva etapa en mi vida, y como tengo más tiempo libre, de momento..., me he prometido a mi misma hacer unas cuantas entraditas a la semana.
Hoy me voy a dar un capricho.. ojala!!! ya me encantaría a mi tener uno de estos en mi salón... rescataría todos mis viejos vinilos y me faltarían horas para escucharlos.
De la mano de Brionvega nos llega esta maravilla del diseño, una re-lectura del Radiofonografio producido en 1965 por Pier Giacomo e Achille Castiglioni y que ahora reapraece como RR226.


El original del 1965, era una maravilla electrónica, y el aparato incluía una radio, ampli, grabador y un tocadiscos para 45 y 33. El modelo actual posee además CD y DVD.

Fue presentado en el Salone del Mobile de Milán esta primavera, pero espero que está pronto a la venta, aunque de momento para mí es sólo un deseo.
Ciao!

7 comentarios:

GatoWeb dijo...

como mola la gramola xDDD, rima fácil!!

Maria Luisa dijo...

Siguiendo con la rima, como gatoweb: !Guay del paraguay!.

Cuando puedas hazme una visita,no sabes como me alegra.
Os quiero a los tres.
Besazooooos.

Anónimo dijo...

Es la monda lironda!
Creo que mi rima fácil es un poco evidente, pero bueno ;)
A ver si un día puedes poner tus manos en uno y nos cuentas la experiencia.
:)

art of toyz dijo...

Ya me gustaría ya Tracy lord, pero de momento sólo podré verlo en foto o en un escaparate..
Maria Luisa, te visito más de lo que te imaginas, me encantan tus pequeños relatos..
Besos!

Agus dijo...

Una de las cosas que más me gusta de ese chisme es que me recuerda a esos cajones en los que los magos metían a sus ayudantes antes de cortarlos en dos y tres partes para luego poner los cajones en distintas posiciones ...

Y como no, yo también voy a soltar un ripio aunque sea off-topic.

El gato es un animal todo cubierto de pelo. Tiene las patas tan largas que le llegan hasta el suelo.

art of toyz dijo...

scirius.. sería también un escondite perfecto para tus ardillitas...

Ester García dijo...

Uala, qué pasada!